Rebeldes con causa

Somos fragmentos de historias, ideas de libros leídos, somos pedazos de corazones rotos y un montón de heridas con cicatrices que quizá nunca sanaran;

Somos todos nuestros errores que los convertimos en experiencias y enseñanzas; novelas de amor y pasión que algún día esperamos hacer realidad, novelas que fueron inspiradas por personas como tú, como yo, que parecen que toman al mundo de un solo tajo, en vez de ir disfrutando cada pedazo; 

Somos personas soñadoras y un poco tímidas, pero que al escribir se escucha nuestra voz que retumba en oídos sordos, hacemos callar al opresor y podemos entrar en su cabeza hasta llegar al fondo de sus más oscuros miedos;

Somos aquellos con voz rebelde, aquellos que no se quitan de la cabeza que el mundo puede ser un lugar mejor, un mundo con simpleza, sin extravagancias, sin trucos, pues los únicos trucos que querremos admirar serán los que el mundo nos querrá enseñar. Somos niños jugando a ser grandes; 

Somos todas esas personas que pasaron o se quedaron en nuestra vida aún y no nos hayan enseñado nada, 
somos sus luchas, sus guerras no ganadas, sus demonios vencidos y sus demonios que se convirtieron en dama de compañía, como un mal que hace bien, como un mal que envenena poco a poco pero nos hace feliz.