jueves, 12 de septiembre de 2013

Hablando claro: "Siria"



No hay camino para la paz, la paz es el camino. Gandhi.




No soy una intelectual ni experta en el tema pero no hay que ser muy inteligentes para darnos cuenta del ¡problemón! que está pasando las personas de Siria, muchos dirán: “Está muy lejos, no pasa nada” “Ojala no haya guerra, pero pues a nosotros no nos afecta” o muchos como Susanita amiga de Mafalda: “¡Que barbaridad!” y es lo único que dicen para no sentirse tan mal por lo que está pasando.

Creo que muchos habrán escuchado el término “Ciudadanos del Mundo”, bueno a pesar de que soy orgullosamente Mexicana, me gusta pensar que también soy y somos Ciudadanos del Mundo; nos corresponde a todos ayudar para que este Mundo no se acabe, nos corresponde a todos ayudar para que esta cosa tan terrible no suceda.

Esta guerra ya comenzó, pero está en nosotros detenerla. Sé que existe en el Mundo más personas buenas que malas, pero habrá que ver que tantos valientes hay para salvar nuestra Tierra. -¡Luchemos por la Paz!- A veces para desenmascarar al mal tenemos que estar un paso más alejados de Dios, es un dicho que nos dice que; a veces tenemos que cometer ironías, como en este caso “luchar” por la Paz del Mundo; no quiere decir que nos en listemos en la guerra, pero sí quiere decir que hagamos algo para que el mal salga; y con hacer algo no significa nada más rezar y pedir por un milagro.

Amigos lectores, tengo la certeza de que Dios existe, pero no podemos lavarnos las manos diciendo que: “como yo ya recé, ahora le toca hacer la chamba a Dios”; como si Dios fuera el responsable de nuestras acciones; permítanse darse cuenta que ni Dios, ni Alá, ni Buda, ni Zeus o Jehová, va a detener esta desgracia; las personas que quieren milagros y quieren lograr algo van en busca de lo que desea y de lo que anhela, no se queda esperando a que las cosas pasen. Dios no es responsable de los acontecimientos buenos o malos, los acontecimientos buenos o malos son cosecha de lo que sembramos, no queramos cegarnos ni hacernos las víctimas culpándolo y preguntándole a Dios: ¿Porqué permites estas desgracias?, lamento decirles que Dios no permite nada, nosotros somos los responsables desde hace 2000 años de que estas cosas pasen, nosotros somos los responsables de que este Mundo y esta sociedad este de cabeza, nosotros somos culpables de que haya pobreza, de que haya desigualdad, de que hayan robos, extorsiones, violaciones. Hagámonos responsables de nuestras acciones, reconociendo que somos culpables de que nos dejemos manejar como títeres o como personas que dejamos que piensen por nosotros, por personas que no buscan ningún tipo de bien común, si no seguir en la misma crisis por el bien y la avaricia de ellos.

Nosotros ya somos los causantes de que esta guerra suceda, ya llevamos deberíamos llevar en nuestra consciencia que haya niños muertos, mujeres y hombres horrorizados; recuerden que el infierno está lleno de buenas intenciones, y estas personas ya están viviendo su infierno, nosotros si es que ya vivimos en el infierno nos acomodaremos aún más en él ya que nuestros buenos deseos no nos van a llevar a nada, necesitamos hechos; alguna acción para que haya una reacción, necesitamos dejarnos de buenas intenciones y tener buenas acciones para alzar la voz y decir: ¡QUEREMOS PAZ!

Nos decimos ser personas civilizadas, cuando de civilizadas no tenemos nada; seguimos en las mismas desde que hubo humanos en la Tierra; las mismas peleas y guerras tontas, todo por poder y por soberbia de algunos cuantos.

Démonos cuenta, que las personas que peleen en esa guerra, ya ni si quiera pelearan por su patria o alguna buena causa, pelearan por personas que quieren más poder, personas ineptas que no pueden llegar a un acuerdo, personas que la única manera de recordarse a si mismos que son los mejores, es implantando miedo en las personas.

Sacudámonos el miedo, aceptemos nuestra responsabilidad, perdonémonos a nosotros mismos y dejémonos de tanta tontería, de tanta habladuría y pongámonos a hacer algo para que las cosas mejoren. Sacudamos nuestra alma para que vuelva a vivir, para despabilarla y que vuelva a sentir ese amor y credibilidad en nosotros mismos y la humanidad. Si realmente queremos un milagro, entonces pidamos por; abrir los ojos a los acontecimientos, pidamos por valentía, por inteligencia, por prudencia, tolerancia, sabiduría; si nosotros pidiéramos por esos milagros y dejáramos abrir el corazón y mente a nuevas enseñanzas, estaríamos en proceso de evolución no en proceso de ir hacia atrás o seguir en lo mismo.


Embriáguense de Charles Baudelaire






Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésa es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué?, de vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, contestarán:

"¡Es hora de embriagarse!"

Para no ser los esclavos materializados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!

De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.