No hay camino para la paz, la paz es el camino. Gandhi.
No soy una intelectual ni experta en el
tema pero no hay que ser muy inteligentes para darnos cuenta del
¡problemón! que está pasando las personas de Siria, muchos dirán:
“Está muy lejos, no pasa nada” “Ojala no haya guerra, pero
pues a nosotros no nos afecta” o muchos como Susanita amiga de
Mafalda: “¡Que barbaridad!” y es lo único que dicen para no
sentirse tan mal por lo que está pasando.
Creo que muchos habrán escuchado el
término “Ciudadanos del Mundo”, bueno a pesar de que soy
orgullosamente Mexicana, me gusta pensar que también soy y somos
Ciudadanos del Mundo; nos corresponde a todos ayudar para que este
Mundo no se acabe, nos corresponde a todos ayudar para que esta cosa
tan terrible no suceda.
Esta guerra ya comenzó, pero está en
nosotros detenerla. Sé que existe en el Mundo más personas buenas
que malas, pero habrá que ver que tantos valientes hay para salvar
nuestra Tierra. -¡Luchemos por la Paz!- A veces para desenmascarar
al mal tenemos que estar un paso más alejados de Dios, es un dicho
que nos dice que; a veces tenemos que cometer ironías, como en este
caso “luchar” por la Paz del Mundo; no quiere decir que nos en
listemos en la guerra, pero sí quiere decir que hagamos algo para
que el mal salga; y con hacer algo no significa nada más rezar y
pedir por un milagro.
Amigos lectores, tengo la certeza de
que Dios existe, pero no podemos lavarnos las manos diciendo que:
“como yo ya recé, ahora le toca hacer la chamba a Dios”; como si
Dios fuera el responsable de nuestras acciones; permítanse darse
cuenta que ni Dios, ni Alá, ni Buda, ni Zeus o Jehová, va a detener
esta desgracia; las personas que quieren milagros y quieren lograr
algo van en busca de lo que desea y de lo que anhela, no se queda
esperando a que las cosas pasen. Dios no es responsable de los
acontecimientos buenos o malos, los acontecimientos buenos o malos
son cosecha de lo que sembramos, no queramos cegarnos ni hacernos las
víctimas culpándolo y preguntándole a Dios: ¿Porqué permites
estas desgracias?, lamento decirles que Dios no permite nada,
nosotros somos los responsables desde hace 2000 años de que estas
cosas pasen, nosotros somos los responsables de que este Mundo y esta
sociedad este de cabeza, nosotros somos culpables de que haya
pobreza, de que haya desigualdad, de que hayan robos, extorsiones,
violaciones. Hagámonos responsables de nuestras acciones,
reconociendo que somos culpables de que nos dejemos manejar como
títeres o como personas que dejamos que piensen por nosotros, por
personas que no buscan ningún tipo de bien común, si no seguir en
la misma crisis por el bien y la avaricia de ellos.
Nosotros ya somos los causantes de que
esta guerra suceda, ya llevamos deberíamos llevar en nuestra
consciencia que haya niños muertos, mujeres y hombres horrorizados;
recuerden que el infierno está lleno de buenas intenciones, y estas
personas ya están viviendo su infierno, nosotros si es que ya
vivimos en el infierno nos acomodaremos aún más en él ya que
nuestros buenos deseos no nos van a llevar a nada, necesitamos
hechos; alguna acción para que haya una reacción, necesitamos
dejarnos de buenas intenciones y tener buenas acciones para alzar la
voz y decir: ¡QUEREMOS PAZ!
Nos decimos ser personas civilizadas,
cuando de civilizadas no tenemos nada; seguimos en las mismas desde
que hubo humanos en la Tierra; las mismas peleas y guerras tontas,
todo por poder y por soberbia de algunos cuantos.
Démonos cuenta, que las personas que
peleen en esa guerra, ya ni si quiera pelearan por su patria o
alguna buena causa, pelearan por personas que quieren más poder,
personas ineptas que no pueden llegar a un acuerdo, personas que la
única manera de recordarse a si mismos que son los mejores, es
implantando miedo en las personas.
Sacudámonos el miedo, aceptemos
nuestra responsabilidad, perdonémonos a nosotros mismos y dejémonos
de tanta tontería, de tanta habladuría y pongámonos a hacer algo
para que las cosas mejoren. Sacudamos nuestra alma para que vuelva a
vivir, para despabilarla y que vuelva a sentir ese amor y
credibilidad en nosotros mismos y la humanidad. Si realmente queremos
un milagro, entonces pidamos por; abrir los ojos a los
acontecimientos, pidamos por valentía, por inteligencia, por
prudencia, tolerancia, sabiduría; si nosotros pidiéramos por esos
milagros y dejáramos abrir el corazón y mente a nuevas enseñanzas,
estaríamos en proceso de evolución no en proceso de ir hacia atrás
o seguir en lo mismo.